El Abejorreo (Relato Animado)

El teatro Rívoli tenía un amplio hall de entrada con un precioso piso de baldosas blancas y negras, como un reluciente ajedrez, y su capacidad bordeaba los 1.500 espectadores.

“Bueno, ir con la polola era macanudo. Yo te voy a enseñar cómo se pololeaba en la época: en primer lugar, tenías lo que se llamaba “el abejorreo”; uno se sentaba así y por aquí como por el lado, tratabas de rozar el brazo. Si la niña ponía el brazo y no lo corría, ibas bien. Si de repente tú notabas por ahí que otro dedito aparecía, estabas en tierra derecha. Generalmente iban o con la mamá, o con el hermano. Entonces tú discretamente pasabas la mano así como por detrás, y la dejabas en la butaca, tratando de hacerte el cínico, o sea jote… pero fino! Era un lenguaje absolutamente obvio pero sin mirarse… te estoy hablando de un niño de familia como era yo!”

Ocurrió en el: Cine Rívoli

Dejar un comentario

Usted puede ayudar a enriquecer este artículo aportando con algún recuerdo, anécdota o corrección. Para enviar una fotografía u otro material, puede escribirnos un e-mail.